[Avemaría]
Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Vos. Ésta es la oración que tú inspiraste, oh María, a santa Catalina Labouré, y esta invocación, grabada en la medalla la llevan y pronuncian ahora muchos fieles por el mundo entero. ¡Bendita tú entre todas las mujeres! ¡Bienaventurada tú que has creído! ¡El Poderoso ha hecho maravillas en ti! ¡La maravilla de tu maternidad divina! Y con vistas a ésta, ¡la maravilla de tu Inmaculada Concepción! ¡La maravilla de tu fiat! ¡Has sido asociada tan íntimamente a toda la obra de nuestra redención, has sido asociada a la cruz de nuestro Salvador!
Tu corazón fue traspasado junto con su Corazón. Y ahora, en la gloria de tu Hijo, no cesas de interceder por nosotros, pobres pecadores. Velas sobre la Iglesia de la que eres Madre. Velas sobre cada uno de tus hijos. Obtienes de Dios para nosotros todas esas gracias que simbolizan los rayos de luz que irradian de tus manos abiertas. Con la única condición de que nos atrevamos a pedírtelas, de que nos acerquemos a ti con la confianza, osadía y sencillez de un niño. Y precisamente así nos encaminas sin cesar a tu Divino Hijo.
Te consagramos nuestras fuerzas y disponibilidad para estar al servicio del designio de salvación actuado por tu Hijo. Te pedimos que por medio del Espíritu Santo la fe se arraigue y consolide en todo el pueblo cristiano, que la comunión supere todos los gérmenes de división, que la esperanza cobre nueva vida en los que están desalentados. Te pedimos por los que padecen pruebas particulares, físicas o morales, por los que están tentados de infidelidad, por los que son zarandeados por la duda de un clima de incredulidad, y también por los que padecen persecución a causa de su fe.
Te confiamos el apostolado de los laicos, el ministerio de los sacerdotes, el testimonio de las religiosas.
[Avemaría]
Amén.
Conocer más acerca de la Virgen de la Medalla Milagrosa
La devoción comúnmente conocida como la de la Medalla Milagrosa debe su origen a Zoé Labouré, un miembro de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, conocida en religión como Hermana Catalina Labouré, a quien la Santa Virgen María se le apareció tres veces en el año 1830, en la casa madre de la comunidad en París. (Santa Catalina Labouré fue canonizada en 1947 por el Papa Pío XII) La primera de estas apariciones ocurrió el 18 de julio, la segunda el 27 de noviembre y la tercera poco tiempo después. En la segunda ocasión, la hermana Catalina registra que la Bendita Virgen se le apareció como parada sobre un globo, y llevando un globo en sus manos. De sus dedos emanaban rayos de luz que parecían salir de anillos fijados con perlas preciosas.
fuente: http://ec.aciprensa.com/wiki/Medalla_Milagrosa
Santo Espíritu de Dios; lava lo que está manchado, riega lo que está reseco,
sana lo que está enfermo. Doblega lo que está rígido, calienta lo que está
frío, endereza lo que está desviado
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